Delitos Informáticos: Amenazas y Legislación en la Era Digital
Derecho Digital, Protección de Datos Personales
Hoy por hoy la tecnología se ha convertido en un aliado estratégico para la humanidad. Puede ser útil para actividades aparentemente simples y cotidianas, como, por ejemplo, hacer una compra o transferencia por internet. También permite la realización de actividades mucho más técnicas en distintos espacios laborales, productivos y económicos en los que por su naturaleza son indispensables. Más allá, el crecimiento tecnológico no solo ha apuntado al beneficio de las personas, sino que, de forma lamentable, ha colaborado en el perjuicio de ellas. Si es que esto último se produce se estaría incurriendo en un delito informático, castigado con una pena como cualquier otro delito prescrito en la ley.
Los delitos informáticos son conocidos también como crímenes informáticos o ciberdelitos, que son básicamente actividades ilícitas que se cometen a través del uso de herramientas informáticas como computadoras, celulares, redes informáticas, internet, correos, entre otros dispositivos o programas electrónicos. Estas actividades pueden tener varios propósitos, entre los más comunes se encuentra la obtención de información confidencial, los fraudes financieros, la interrupción de servicios y el daño a los sistemas informáticos de personas o instituciones.
Este tipo de delitos no requieren de esfuerzo físico, pero si de cualidades intelectuales. Cualquier persona puede ser un ciberdelincuente, podría actuar de forma individual o colectiva y atacar tan solo a un sujeto como a una gran organización. Existe un catálogo de delitos informáticos y entre los más comunes se encuentran los siguientes:
- Fraude informático: en este delito se busca la obtención de datos personales o bancarios con fines ilícitos, su manipulación, eliminación, modificación o suplantación. Esta acción llega a perjudicar tanto a personas naturales como jurídicas, generalmente generándoles un perjuicio económico.
- Ciberacoso: se usan medios digitales u otros dispositivos con el fin de acosar, intimidar, humillar o amenazar a una persona. Se incluye el envío de mensajes ofensivos, difusión de rumores o fotografías humillantes, el hostigamiento, entre otras actividades.
Sabotaje informático: se tiene por fin atentar, paralizar, remover, perjudicar o cambiar las funcionalidades de un sistema informático sin autorización. - Phishing: para este delito los ciberdelincuentes se hacen pasar por empresas, bancos u oficinas de gobierno, que son conocidos por la víctima para solicitarle datos que se necesitan para la suplantación de identidad en servicios bancarios o digitales.
- Transgresiones a la propiedad intelectual: la piratería se manifiesta comúnmente en el medio digital. Estos trabajan con base en un servicio digital realizando copias o reproducciones de productos.
- Robo de software: este delito consiste en la distribución ilegal de softwares protegidos legalmente. Ello socaba los derechos de los propietarios.
- Explotación infantil: este delito informático es de los más comunes y graves. Se los conoce como pornografía infantil y trata de menores. Incluye la grabación y difusión de fotografías o videos de menores de edad, como su explotación sexual. Esta actividad se encuentra en la fracción más oscura de internet.
Esta lista refleja la necesidad creciente que tiene la normativa para adaptarse a las posibilidades que refleja la sociedad actual. Es importante hacer hincapié en que los ciberdelitos poseen una característica fundante y es su ejecución. Ello dado que se materializa a través de medios digitales y tecnologías de la información, traspasando la barrera del mundo físico.
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